CIERTA INQUIETUD ( i 6)
Puesta de vueltas del Uces
Lo expresado, o lo intentado en esta serie no quiere ser más que una reflexión. Y en tal plano he tenido que mantenerme.
De hecho, lo dicho, ha partido de un supuesto completamente imaginado, en el que dos conocidos se encuentran en un mismo llano: El de la franqueza, que ninguno de los dos ha querido perder a lo largo de su vida. Tal vez uno de ellos la ha querido, y podido, mantener más a flor de piel, y el otro de manera mucho más reservada. Los dos comprenden que la franqueza no puede brotar más que de la honestidad, que es esa inmediatez a uno mismo que prescinde de intermediarios en la que resulta difícil de engañarse; pero no imposible (de ahí toda deshonestidad).
Así que esa ha sido la situación: uno que imagina que dos se dicen acerca de sus vidas. Una de ellas tendente, y no renunciante, a la libertad. La otra tendente y más bien renunciante a la misma. Y ninguno de los dos, pero, cerrados en banda.
No pocos habremos tenido un amigo invisible -allá por la infancia- que habiendo crecido juntos se ha vuelto interlocutor fiel, que eso es la reflexión justamente (en fin, a mi me parece). Fuera de ella, pero en sus mismas condiciones (honestidad y franqueza), puede brotar el diálogo en el que el creído libre pueda reconocer sus límites y el creído tan predeterminado sus, aún, posibilidades.
Saludos,
ResponElimina-Manolo-