PANORÁMICA GENERAL (10)

 Nunca un amanecer cualquiera (por la carretera hacia Vitigudino)

Estoy, al menos en este paisaje hecho de palabras queridas como si fueran un mapa de lo real a ser consultado, ...estoy sobre una amplísima medianía: en aquello de mi reconocido como mejorable. 

Amplísima porque no se limita a un solo ámbito de actividad, a eso de lo mejorable me refiero. Mejorable, tan solo en lo posible, la salud; armonizables esas notas que puedan vibrar al pulsar, el corazón, al pensamiento y el pensamiento ofrecer, al corazón, nuevas composiciones a ejecutar íntima y públicamente; mejorable el saber del porque de mis creencias y si me son o no rémoras de mi querer ser;  mejorables mis hilos, invisibles, para la urdimbre de esa red llamada social, la real, esa de la primera persona, en acto de presencia, del plural y de lo plural que atiende, esa red social, anticipadamente al inédito porvenir de lo nuevo y mejor. Mejor en término de finalidades estrictamente humanas, que tanto exceden al aprovisionamiento material y instrumental del cual tanto nos podemos valer; aunque no, insisto, del todo. Del todo que corresponde a las relaciones en las que lo humano (cuya humanidad no es mero instrumento sino que es sobretodo finalidad) nunca ha de dejar de ser, ni permitir infravaloración.

Y medianía porque lo mejorable de cada cual no lo es por necesidad. Nada lo causa necesariamente, ni por imposición, ni por persuasión, ni por seducción (estos pueden ser medios de cambios, pero de mejoras propiamente humanas, no). Rehuye toda mecánica, todo diseño de laboratorio, toda manipulación; toda treta, por brillante que se presente. Surge tal "necesidad" en medio de la propia percepción acaecida entre excesivas contrariedades o intensos contrasentidos y se trata de un quehacer propio que labora, secundariamente, con todos los medios pertinentes al alcance (congénitos, educacionales y culturales). No es obligación hacerse humanamente mejor. 

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No situaríamos ese terreno yermo, aún por cultivar, en lo que es por necesidad, pero tampoco podríamos localizarlo allí donde pueda cundir la arbitrariedad. Sentirse ser y estar mejor no es percibido como una arbitrariedad. No es, lo mejorable de mi, sin mediar adecuadas  condiciones. 

Ni arbitrariedad, ni necesidad. ¿Qué entonces? ¿Cuál es el nombre de esa medianía en que siendo atendida va brotando lo mejor, la mejoría e incluso la mejora? Si no propiamente ni necesidad ni arbitrariedad, entonces Libertad. Ese me parece ser el subsuelo y medianía de toda esta panorámica.