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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: novembre, 2018

ADOCTRINAR (XVI)

Imatge
Dejamos -sin despedirnos- la partida anterior en un cierto ápice alcanzado por una -y no a la- fuerza atractiva y ascendente. I ello a causa de esa especie de contrapeso que es el escepticismo . Custodio, en su corazón, de cuestiones que llevan a: o bien a su propia corriente o bien al nado en su contra a fin y efecto  de hacer pie, de alguna manera, en algún lugar para no andar con lo ajeno. Enajenado, quiero decir. Sobre un filo delicado, se aposenta ahora nuestra sala -recordémosla: corazón y pensamiento- de juegos. He aquí el filo por el que nos movemos. Sus hojas tienen forma de dos preguntas que inciden para el corte discriminativo (criterio): ¿Qué no será, para nuestro mantenimiento, adoctrinamiento en esa imposible libertad sin límites humanamente inexistente? y ¿Qué no será en descomposición si sin límite alguno, especialmente la misma descomposición de la libertad de nuestro querer ser? El filo es esta especie de aporía; y el juego, el meollo de nuestro juego, consiste en mir

ADOCTRINAR (XVI)

Imatge
Dejamos -sin despedirnos- la partida anterior en un cierto ápice alcanzado por una -y no a la- fuerza atractiva y ascendente. I ello a causa de esa especie de contrapeso que es el escepticismo . Custodio, en su corazón, de cuestiones que llevan a: o bien a su propia corriente o bien al nado en su contra a fin y efecto  de hacer pie, de alguna manera, en algún lugar para no andar con lo ajeno. Enajenado, quiero decir. Sobre un filo delicado, se aposenta ahora nuestra sala -recordémosla: corazón y pensamiento- de juegos. He aquí el filo por el que nos movemos. Sus hojas tienen forma de dos preguntas que inciden para el corte discriminativo (criterio): ¿Qué no será, para nuestro mantenimiento, adoctrinamiento en esa imposible libertad sin límites humanamente inexistente? y ¿Qué no será en descomposición si sin límite alguno, especialmente la misma descomposición de la libertad de nuestro querer ser? El filo es esta especie de aporía; y el juego, el meollo de nuestro juego

ADOCTRINAR (XV)

Imatge
En la anterior jugada mi amigo J tensó al máximo el arco del pensamiento. Apuntaban sus palabras la sospecha que yo gesto y anido la concepción de una libertad sin límites por la que somos y por la que yo digo cuanto digo en nuestro juego. Y que solo esa clase de libertad sería antídoto que nos vacunaría contra todo posible adoctrinamiento. Y que, por ende, la más mínima alteración negativa, limitante, de tal libertad no podría más que ser por obra y desgracia ocasionada por el adoctrinamiento. Y como tal suerte de libertad, la absoluta, es inexistente, entonces todo cuanto podamos llegar a ser no puede ser más que por la eficiente, incansable y continua puesta en práctica del verbo adoctrinar y ello por un sin fin de ramificaciones y canales ejecutivos gestados y gestionados por algún totalitarismo, cuyo arsenal de recursos es dispuesto para un sin número de situaciones con contenidos moldeadores (estereotipos), como marcas que a nuestro poder ser se irán incrustando en forma de pr

ADOCTRINAR (XV)

Imatge
En la anterior jugada mi amigo J tensó al máximo el arco del pensamiento. Apuntaban sus palabras la sospecha que yo gesto y anido la concepción de una libertad sin límites por la que somos y por la que yo digo cuanto digo en nuestro juego. Y que solo esa clase de libertad sería antídoto que nos vacunaría contra todo posible adoctrinamiento. Y que, por ende, la más mínima alteración negativa, limitante, de tal libertad no podría más que ser por obra y desgracia ocasionada por el adoctrinamiento. Y como tal suerte de libertad, la absoluta, es inexistente, entonces todo cuanto podamos llegar a ser no puede ser más que por la eficiente, incansable y continua puesta en práctica del verbo adoctrinar y ello por un sin fin de ramificaciones y canales ejecutivos gestados y gestionados por algún totalitarismo, cuyo arsenal de recursos es dispuesto para un sin número de situaciones con contenidos moldeadores (estereotipos), como marcas que a nuestro poder ser se irán incrustando en form

ADOCTRINAR (XIV)

Imatge
Tras la cita de Hannah Arendt es que tengo dispuesta la mejor carta con que continuar jugando ahora. Recordémosla de nuevo: El objetivo de la educación totalitaria no ha sido nunca inculcar convicciones, sino destruir la capacidad de formárnoslas . En lo que llevamos de juego hemos ido recogiendo, entre otras, estas consideraciones alrededor de esta cita: - Que educación y totalitaria, si juntos esos términos, son un par de nombres cuyos referentes son mutuamente excluyentes el uno del otro. Si educación entonces no totalitarismo; si totalitarismo, entonces no educación. . Igualmente en oposición se hallan lo referido a inculcar y convicción . Si ha habido inculcación, entonces no ha sido formada convicción alguna. Y si por el contrario ha sido formada alguna convicción, entonces ha habido ausencia de inculcación de la manera que esa pueda ser. . Y que lo totalitario (sistema, régimen, organización, mentalidad, “razonamiento”… ) si alguna finalidad tiene ésta no es otra que la destru

ADOCTRINAR (XIV)

Imatge
Tras la cita de Hannah Arendt es que tengo dispuesta la mejor carta con que continuar jugando ahora. Recordémosla de nuevo: El objetivo de la educación totalitaria no ha sido nunca inculcar convicciones, sino destruir la capacidad de formárnoslas . En lo que llevamos de juego hemos ido recogiendo, entre otras, estas consideraciones alrededor de esta cita: - Que educación y totalitaria, si juntos esos términos, son un par de nombres cuyos referentes son mutuamente excluyentes el uno del otro. Si educación entonces no totalitarismo; si totalitarismo, entonces no educación. . Igualmente en oposición se hallan lo referido a inculcar y convicción . Si ha habido inculcación, entonces no ha sido formada convicción alguna. Y si por el contrario ha sido formada alguna convicción, entonces ha habido ausencia de inculcación de la manera que esa pueda ser. . Y que lo totalitario (sistema, régimen, organización, mentalidad, “razonamiento”… ) si alguna finalidad tiene

ADOCTRINAR (XIII)

Imatge
Quedaba por mostrar, respecto al amigo y contrincante de juego J , la otra carta. La que tengo medio solapada por la anterior, aquella del neonato que tal vez, pasado el tiempo, llegue a ser hincha de, demos por hecho, el Barça. Posible y no más que posible caso éste de, tal vez, muy anodino adoctrinamiento.  Aún se tiene generalmente cierto sentido por el que se puede pensar, incluidos forofos del tal deporte, que, al fin y al cabo el valor en ganancia de goles de un partido de balonpié es de lo más efímero y no de tan excesiva importancia, a menudo vociferada en y por una gran masa de hinchas. Si acaso, algunas jornadas futbolísticas alcanzan altos grados en intensiones puntuales, pero por lo que se refiere a la extensión en beneficios personales aquella ganancia vicaria -uno en realidad nada gana cuando un equipo gana- es de muy poco alcance, ya que abarca pocas áreas del desarrollo de la vida personal de cada cual en orden a favorecerlas todas. Dicho a la mayor brevedad: ¿A qué v

ADOCTRINAR (XIII)

Imatge
Quedaba por mostrar, respecto al amigo y contrincante de juego J , la otra carta. La que tengo medio solapada por la anterior, aquella del neonato que tal vez, pasado el tiempo, llegue a ser hincha de, demos por hecho, el Barça. Posible y no más que posible caso éste de, tal vez, muy anodino adoctrinamiento.  Aún se tiene generalmente cierto sentido por el que se puede pensar, incluidos forofos del tal deporte, que, al fin y al cabo el valor en ganancia de goles de un partido de balonpié es de lo más efímero y no de tan excesiva importancia, a menudo vociferada en y por una gran masa de hinchas. Si acaso, algunas jornadas futbolísticas alcanzan altos grados en intensiones puntuales, pero por lo que se refiere a la extensión en beneficios personales aquella ganancia vicaria -uno en realidad nada gana cuando un equipo gana- es de muy poco alcance, ya que abarca pocas áreas del desarrollo de la vida personal de cada cual en orden a favorecerlas todas. Dicho a la mayor brevedad: ¿

ADOCTRINAR (XII)

Imatge
Seguimos con la partida. Como las jornadas se van sucediendo y se alarga nuestro juego, he de procurar la mejor estancia posible en nuestra sala. He traído a la mesa un buen vino. He de decir que no tiene marca comercial alguna; lo adquirí en su momento a granel -un enólogo me dijo en cierta ocasión que todo vino cuyo precio la botella de litro excediera los diez euros correspondía, el pagarlos, a vaya usted a saber que deseo del comprador; uno de tal precio límite y aún de bastante menos podía muy bien ser un excelente caldo, afirmaba aquel profesional-. Sirvo a mis virtuales convidados uno de muy exquisito, de bodega donde aún rellenan barriles; guardado ahora, por mi parte, en botella de vidrio. Y como sé que en vosotros las cifras, elevadas o nimias, pueden no referir, ni impresionar, a vuestro paladar, digo de aquél su precio: la cuarta parte del puesto como límite por aquel enólogo. El turno en el que me toca jugar aún es con mi amigo J . Concretamente con su escepticismo. ¿O fue

ADOCTRINAR (XII)

Imatge
Seguimos con la partida. Como las jornadas se van sucediendo y se alarga nuestro juego, he de procurar la mejor estancia posible en nuestra sala. He traído a la mesa un buen vino. He de decir que no tiene marca comercial alguna; lo adquirí en su momento a granel -un enólogo me dijo en cierta ocasión que todo vino cuyo precio la botella de litro excediera los diez euros correspondía, el pagarlos, a vaya usted a saber que deseo del comprador; uno de tal precio límite y aún de bastante menos podía muy bien ser un excelente caldo, afirmaba aquel profesional-. Sirvo a mis virtuales convidados uno de muy exquisito, de bodega donde aún rellenan barriles; guardado ahora, por mi parte, en botella de vidrio. Y como sé que en vosotros las cifras, elevadas o nimias, pueden no referir, ni impresionar, a vuestro paladar, digo de aquél su precio: la cuarta parte del puesto como límite por aquel enólogo. El turno en el que me toca jugar aún es con mi amigo J . Concretamente con su escepticis

ADOCTRINAR (XI)

Imatge
Quedó pendiente mostrar la carta de un ejemplo tal vez más sustancioso que el del adoctrinamiento aquél aún en la enseñanza de las cuatro operaciones aritméticas básicas, tomadas anteriormente como ejemplo.  Carta la de ahora que extraigo de un reportaje televisivo -éste serio y nutricio-. El tema era el autismo y también una particularidad de él, el no sé si muy bien dicho síndrome de Asperger. En este programa, situaciones y aspectos reales -de ninguna manera a modo de un repugnante reality chou- entorno a la serie de estas características que conforman aspectos del autismo, y, dicho sea de paso, tan humanas como cualesquiera otras, ni más ni menos. En él, a modo de pequeñas entrevistas esparcidas junto a comentarios de buenos, es decir experimentados conocedores del tema, aparecía una familia con un hijo de aquellas característica. A través de los intermitentes y significativos comentarios de los jóvenes madre y padre se podía reseguir la positiva evolución, querida, buscada y exper