ARMÓNICOS DE UN CONCEPTO (4)
Amanecer entre mar y nubes. Rompeolas. Tarragona
En fin, de vuelta a la cita (si así no fuere cita no sería :). Tómese, si viene de gusto, como si fuera un estribillo entre estrofas tan poco poéticas:
Si
no había diálogo es porque unos usaban las mismas palabras
entendiendo esas mismas palabras en un sentido completamente
contrapuesto. Para unos democracia no puede haberla sin estado de
la ley. Para otro democracia es mayoría. Y al final el desacuerdo de
fondo es mucho más sutil. Es el demos soberano, es decir quién es
el sujeto de soberanía. Unos entienden que es el estado en su
conjunto otros entienden que lo es Cataluña.
He atendido, poniendo oreja, a los armónicos que pueden escucharse en estas palabras citadas. Sonidos que, en esta caso, un concepto propiamente fundamental hace vibrar. ¿Cual, ese concepto? Obvio, el de Democracia.
Bien puede decirse, tal vez, que todas estas palabras citadas están distribuidas como en un único compás de dos tiempos. Uno más débil que el otro; éste, pues, más fuerte que el de la primera parte citada, la de "en un sentido" "contrapuesto" . El otro, el fuerte, el que pretende mayor hondura, el del "desacuerdo de fondo" "mucho más sutil" : ¿Quién el sujeto de soberanía? Quién y no qué. Si quién y no qué, entonces aquí cabe mayor profundidad.
¿Quién el sujeto? ¿Quien el elaborador, constructor, emisor, receptor y desarrollador de la Democracia?
¿Quién el sujeto? ¿Quien el elaborador, constructor, emisor, receptor y desarrollador de la Democracia?
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