ARMÓNICOS DE UN CONCEPTO (2)



 Anochecer desde el Balcón del Mediterráneo de Tarragona

Todos sabemos que una misma palabra puede referir una idea favorable o, al contrario, una de desfavorable. Es decir, que algunas palabras tienen un significado peyorativo, referido a una idea desfavorable. Y también, con la misma palabra, podemos aludir a una idea favorable. 

Así ocurre con la palabra armónicos, que más bien nos sugiere lo relativo a armonía: instrumentos musicales tales, relaciones personales armónicas, sonidos que se conjugan agradablemente entre sí, colores amalgamados según un determinado gusto estético... (y si así fuera, incluso diría yo que, al aparecernos en nosotros primeramente tal sentido de esta palabra, quizás estemos más bien orientados, en algún lugar de nuestro corazón o mejor de manera muy manifiesta, positivamente a lo más favorable).

Recuerdo cuando de joven batía tambores y algunas piezas o todas (menos los platillos) de la batería sonaban a... mal. Se hacía necesario mejorar aquello, poner cierto orden en aquel caos sonoro. Los armónicos eran excesivos. Cada sonido a su bola, dándose de cabeza cada uno contra los demás, interfiriéndose mutuamente, imponiéndose, cortando la nítida  manifestación del otro... Entonces, tornillo a tornillo y pieza a pieza, había que buscarle al ruido, digamos así un acuerdo: Hacerlo sonidos armónicos  a fin de posibilitar la composición inédita o la interpretación bien revitalizada de algo más allá de las palabras.

Así, haciendo un buen salto comparativo, la mucha verborrea sin sentido significativo -que no nutra mi inteligencia y no desarrolle mi sensibilidad- forma esos armónicos intervencionistas ocasionando no pocas y muy diversas distorsiones en el entendimiento (cognitivo y humano)y mucho embrollo en los sentimientos. 

Para afinar lo cual y reciclarlo en sonido armónico nos vienen de maravilla, entre otros recursos, los conceptos. Aquí, en las palabras que vuelvo a citar, late uno de ellos, mediante unos armónicos verbales y no precisamente en sentido peyorativo de quien habla en el fragmento de vídeo del post anterior:

Si no había diálogo es porque unos usaban las mismas palabras entendiendo esas mismas palabras en un sentido completamente contrapuesto. Para unos democracia no puede haberla sin estado de la ley. Para otro democracia es mayoría. Y al final el desacuerdo de fondo es mucho más sutil. Es el demos soberano, es decir quién es el sujeto de soberanía. Unos entienden que es el estado en su conjunto otros entienden que lo es Cataluña.


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