PANORÁMICA GENERAL (11)



Así pues, a vista de pájaro, el recorrido ha sido por tierras propias de lo necesario para llegar a lo mejorable de uno, de cada cual en lo suyo percibido como mejorable; y si, y solamente si, ello es querido. Terreno éste donde se elabora en lo necesariamente libre no menos que en lo libremente necesario. Acontece, eso mejorable, por medio de decisiones propias, sin intermediarios entrometidos, ni intervencionismo alguno; libremente, pues.  Necesariamente libre ha de ser el terreno.

Lo mejorable parece, también, ser escasamente opcional. Cuasi necesario, sino completamente tal. Sí, al menos así lo parece. Solemos apreciar lo mejor, pero mucho más en los medios y recursos, de los cuales nos servimos, que en nosotros mismos. Antes son, nos decimos calladamente, los medios que el fin, fin que cada cual es, y es personalmente mejorable, cosa que reducimos, lo mejorable, al sueño en que mejorando medios y recursos la mejora de sí ha de caer por su propio peso, o bien ni tan siquiera ha de ser necesaria la atención a tal fin. No más atención pues que la otorgada al incremento o a la variedad  de novedades por la novedad misma; atención que va traduciéndose en mejoras de medios y recursos, pero no necesariamente de uno mismo. Nos gusta crearnos contextos en que las mejorías nos sean patentes, experimentales. Así solemos apreciar lo actual como lo mejor respecto a lo pasado. Nos parece únicamente ello, esa clase de mejorías, algo necesario e irrenunciable. Hay un claro reconocimiento de lo mejor en los medios y no tanto en los fines, que somos cada cual. Ahí, en y para nosotros, tal reconocimiento, creciente, de necesidad palidece. Sin embargo hay un reconocimiento de necesidad adjudicado a medios y recursos, que estos sean cada vez mejor, cuando aquello prioritario a mejorar soy yo mismo, para quien los medios y recursos son (y así para y en cada cual). Hay una cierta necesidad desplazada al exterior, donde los medios y recursos son. Incluso nosotros y cada cual se trata, si solamente como medio, como exterioridad. Como descuido de sí. Todo lo cual da idea de una cierta libertad: tenemos decidido mejorar los medios de todo tipo. Y también idea de una cierta necesidad percibida como en un espejo que los medios y recursos de manera refleja nos devuelven: -¡Cuan necesarios nos son!-nos decimos. La necesidad, pero, es nuestra y de nosotros; y para nosotros la mejoría a satisfacer, y no tanto o solamente la de las cosas; de las que tanto, faltaría más, nos podemos valer... de ellas, y no a ellas. Libremente en lo necesario mejorable si así se quiere, por tanto.




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