BENEFICIOS (1)

Me propongo distinguir, de manera suficientemente clara, entre beneficios. Casi, o tal vez sin el casi, al sustantivo beneficio se le queda adherido el adjetivo económico. Y ello, a pesar del se, de manera personal. Quiero decir que tenemos muy íntimamente adheridos, incluso casos hay que de manera muy severa, ambos vocablos en una especie de triple unión indisoluble, así: ego-beneficio-economico. De tal manera que al son, o a las grafías, de beneficio este término queda de inmediato completamente camuflado por el de económico, desapareciendo todo otro que no sea el tal. Se puede oír verbalizar, yo mismo lo hago, algo así como: "¡Hombre, claro, no todo beneficio (que podamos obtener) en la vida es de índole económico"! A observar el contenido del paréntesis, que corresponde a  lo sentido pero no dicho y en lo cual, en eso sentido, practicado, vivido pero no dicho, se nos cuela la sagrada concepción así, como incuestionable, establecida. Quiero decir que tenemos concebido a todo beneficio como alguna que otra cosa, preferentemente en gran cantidad, particularmente - no socialmente - extraída o ganada. 

Vea yo - e invite a pensar en - distinciones básicas de beneficios. A ser posible para poder poner el acento en aquellos que exceden y toman otro sesgo que el preestablecida bajo el imponente imperio del cálculo con finalidades predominantemente - muy a menudo únicamente - extractivas u obtentoras.