BENEFICIOS (2)

 ¡Sí claro! Diremos que: Precisamente decimos de los beneficios con el calificativo de económicos porque se sobreentiende que los hay de otros tipos, solo que queremos referirnos a estos, los económicos; dando por más que supuesto que existe toda una diversidad de aquellos aún siendo otros. Así que los hay que pueden llevar el calificativo de culturales, de espirituales, médicos y hasta incluso de morales. En fin en general todos aquellos que refieren a beneficios no materiales serían, junto con los económicos, todo nuestra producción benefactora. 

De acuerdo, pero el caso es que éstos, los restantes de los económicos son dados tan por supuesto que ni tan siquiera o muy escasamente se les menciona. Los silencios a veces hablan de ausencias o de presentes más bien escasos. En todo caso, me parece que la desproporción en la mención y del deseo de unos deja a oscuras a los tan supuestos pero más bien poco mencionados. 

¡Atención! En lo escrito hasta ahora se me ha ido colando un desliz. Suena algo extraño eso de beneficios culturales, o los otros mencionados. No parecen ser expresiones incorrectas, pero suenan un tanto desviadas de nuestro decir habitual. Nos, o a mí me lo parece, suena mejor la expresión bienes culturales, o de cualquier otro tipo. Y es que de bienes, incluso diversos, "de haberlos, haylos". Pero a otra categoría de referentes apunta, me da la impresión a mí, el sustantivo beneficio. Aquéllos, los bienes, están o se supone que esta, que son, ahí fuera. Los beneficios también son, pero están, o tienen el destino de ser, en uno u otro, en cualquiera. Aluden al desarrollo, múltiple, de nuestras posibilidades y capacidades, sin las cuales no habría benefició alguno. En cambio nos suena muy habitual la expresión beneficios económicos, nada discordante con nuestra habitual manera de hablar y de oír decir. Son tal vez, tales beneficios, los que en nuestro hemisferio, y menor parte del otro, resultan ser los más abundantes, tanto sea por demasiado exceso en unos como por demasiado defecto en otros (sobre quienes más - aunque no solo - se balancea la espada de Democles llamada Crisis).